Tar (o Alquitrán)

Pix Betulae, aceite de Betula Alba, Betula Yar, Aceite de alquitrán de abedul, Oleum Betulae, Pyroleum Betulae, Oleum Rusci, Oleum Muscoviticum, Birkenteer: tantos nombres esconden una misma materia prima cosmética: el alquitrán de abedul. Una sustancia misteriosa, de la que se dice que una cucharada es suficiente para estropear el sabor de un barril entero de miel.

HISTORIA

El alquitrán es una de las sustancias orgánicas más antiguas producidas por el hombre. Los arqueólogos demuestran que el descubrimiento del alquitrán se lo debemos a los neadertales. La tecnología de su producción se conoce y utiliza desde hace miles de años; promovió la riqueza y el desarrollo industrial en las primeras etapas de la civilización.

El uso del alquitrán era muy amplio: se suministraba a astilleros, puertos y fuegos artificiales, utilizando su capacidad para impregnar madera y cuerdas, como lubricante para bujes, pegamento o sellador resistente al agua. Los zapateros y curtidores conservaban sus productos de cuero con alquitrán, protegiéndolos de los insectos y dándoles propiedades impermeables. Tradicionalmente, los barriles de madera también se sellaban con alquitrán.

El alquitrán de abedul se considera desde hace siglos un valioso bactericida; en la medicina popular de Europa del Este y Escandinavia, se usaba comúnmente como medicamento para diversos tipos de enfermedades de la piel.

Las propiedades del alquitrán todavía se aprecian en la medicina veterinaria. Hasta ahora se ha utilizado para cuidar cuernos y pezuñas de animales.

Tar o Alquitrán

PREPARACIÓN Y COMPOSICIÓN QUÍMICA

Actualmente, en Polonia el alquitrán se produce principalmente con fines farmacéuticos y cosméticos. Se produce mediante el proceso de pirólisis, es decir, destilación seca de corteza de árbol o madera en una atmósfera libre de oxígeno. La materia prima se obtiene calentando material de madera a una temperatura de aproximadamente 500 a 1000 °C, luego los gases producidos se condensan y forman alquitrán. El proceso dura desde varias horas hasta varios días.

El alquitrán tiene la forma de una sustancia pegajosa de color marrón oscuro, de olor intenso y característico y sabor amargo. Tiene muy baja solubilidad en agua. La composición del alquitrán de abedul es muy compleja y aún está sujeta a investigaciones detalladas; sin embargo, entre más de 10.000 ingredientes orgánicos diferentes, podemos distinguir una serie de compuestos biológicamente activos como: betulina, fenoles, guayacol, cresol, pirocatecol, sesquiterpenos, ácidos orgánicos, resinas, xileno, piridina, pirrol, cumarina, indol…

 

Alquitrán

 

TIPOS

El alquitrán se puede obtener de varias especies de árboles y la materia prima resultante tiene propiedades ligeramente diferentes. Los más populares incluyen:

Alquitrán de abedul: se utiliza en el tratamiento de la psoriasis o la dermatitis atópica, porque tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.

Alquitrán de pino: recomendado para heridas de difícil curación y para combatir el picor.

Alquitrán de enebro: se puede utilizar por vía oral en caso de indigestión e inflamación del tracto urinario. Tiene propiedades antiacné y exfoliantes.

También se produce alquitrán de haya (aún utilizado para el cuidado de los cascos de los caballos), alquitrán de abeto y alquitrán de bambú.

Un ejemplo interesante es el alquitrán de gas llamado alquitrán de hulla o prodermin. Se obtiene en el proceso de desgasificación de la hulla durante la coquización. Este tipo de alquitrán se utiliza con fines médicos, especialmente en el tratamiento de la psoriasis.

PROPIEDADES CURATIVAS

La complejidad de la composición del alquitrán hace que sea muy difícil aislar los compuestos responsables de sus propiedades medicinales y su mecanismo de acción. Por lo tanto, el uso médico del alquitrán depende de la concentración: las preparaciones con una concentración baja (hasta un 10%) tienen un efecto queratoplástico, es decir, suavizan y aflojan la epidermis, lo que afecta la velocidad de regeneración de la piel. Las concentraciones más altas (15 – 20%) tienen actividad queratolítica, lo que provoca el aflojamiento de las conexiones de queratina, lo que resulta en la exfoliación de la capa queratinizada de la epidermis.

También existen dos enfoques terapéuticos según la duración de la aplicación de alquitrán. El uso a corto plazo ayuda a mejorar el estado de la piel en enfermedades dermatológicas como la psoriasis y la dermatitis seborreica. El tratamiento de la psoriasis con alquitrán de hulla fue introducido por primera vez en 1925 por el dermatólogo estadounidense William H. Goeckerman. La «terapia de Goeckerman», que se utiliza desde hace casi cien años, sigue siendo popular. Además de su importante impacto sobre el estado de la piel, el alquitrán también mejora el confort y el bienestar del paciente porque tiene un efecto antiprurito y anestésico local.

El tratamiento crónico con preparados de alta concentración se utiliza para la dermatitis atópica (DA) o heridas de difícil curación, como escaras o líquenes. El alquitrán es eficaz en la lucha contra enfermedades parasitarias: micosis, demodicosis y piojos. Sin embargo, se recomienda que el tratamiento médico a largo plazo se limite a sólo el 30% de la superficie corporal. Cualquier terapia de este tipo también debe consultarse con un médico.

En el sector de la cosmética, el más seguro y utilizado es el alquitrán de abedul. Los rangos de concentración recomendados en productos cosméticos son aproximadamente del 1 al 5%. Esta materia prima se destina principalmente a los cosméticos de limpieza; se puede encontrar principalmente en  el jabón de alquitrán ;  el jabón líquido tiene un fuerte efecto astringente y antiinflamatorio. Se recomienda para el cuidado de pieles acnéicas con tendencia a inflamación purulenta y puntos negros, porque seca las lesiones y al mismo tiempo previene su formación. También tiene propiedades anticaspa, antiparasitaria y exfoliante. Al eliminar la caspa, limpia el cuero cabelludo y previene la caída del cabello fortaleciendo los bulbos.

Tanto si se trata de un producto medicinal como cosmético, debido a las fuertes propiedades del alquitrán se deben tomar ciertas precauciones. Es seguro usarlo en jabones y champús porque son preparaciones lavables y el alquitrán se usa diluido. Hess (1999) y su grupo de investigación realizaron una evaluación cuantitativa del riesgo del alquitrán de hulla (alquitrán de hulla) como materia prima cosmética, teniendo en cuenta su contenido en benzopireno. Se probaron productos lavables para el cuidado del cabello que contenían un 1 % de alquitrán de hulla y se determinó que el nivel máximo de benzopireno era de 50 mg/kg. Al aplicar 12 g del cosmético se estimó que quedaba un 1% del producto tras el enjuague. La exposición calculada durante toda la vida al benzopireno no supera los 0,001 ng/cm2 de superficie de la piel expuesta por día. La muy baja concentración dada significa que el uso del cosmético con alquitrán es completamente seguro y no provoca consecuencias cancerígenas.

Sin embargo, Jackson (2003) creó una evaluación de riesgo cuantitativa del contenido de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) para ocho productos de alquitrán de hulla: 1 barra de jabón, 2 ungüentos y 5 champús. El análisis químico mostró que la dosis promedio de HAP que podría absorberse a lo largo de una vida humana para cada uno de estos productos estaba muy por debajo de 0,0600 μg/día. Una dosis tan baja no muestra ningún riesgo significativo de genotoxicidad. Sin embargo, debe prestar atención a comprar productos cosméticos únicamente de vendedores probados y certificados. También se ha demostrado que el contenido de hidrocarburos tóxicos en el alquitrán vegetal es menor que en el caso del alquitrán de hulla. Lo mismo ocurre con la fototoxicidad del alquitrán de hulla, que no se ha observado en el caso del alquitrán de madera.

TRIVIALIDADES

El uso de alquitrán en Escandinavia está fuertemente arraigado en la tradición local. Los arqueólogos, durante las excavaciones en zonas vikingas, descubrieron muchos bultos negros con marcas de dientes. Resultó que eran trozos de alquitrán de pino. Probablemente debido a sus fuertes propiedades antiinflamatorias y antisépticas, estos chicles «antiguos» se utilizaban como producto de higiene bucal.

Los finlandeses sienten especial nostalgia por esto. Les encanta el sabor ahumado y el olor característico del alquitrán, que asocian con recuerdos de la infancia, especialmente con caramelos de alquitrán. Se utiliza para aromatizar alcohol, helados, dulces, chicles, limonadas y carnes. El olor a cuero y humo te transporta al pasado, por eso, para sentirte como en una sauna rural tradicional finlandesa, utilizan aceite de alquitrán vertiéndolo sobre piedras calientes. Un proverbio finlandés dice mucho sobre el alquitrán en el sentido tradicional: «Si la sauna, el vodka y el alquitrán no ayudan, la enfermedad probablemente sea mortal».

Analizando los ejemplos anteriores, la versatilidad del uso del alquitrán es claramente visible. Esta sustancia extremadamente compleja acompaña al hombre desde hace siglos. Sin embargo, su uso ha quedado marginado en las últimas décadas, siendo sustituido por equivalentes sintéticos. Afortunadamente, el desarrollo de la tecnología de investigación nos permite redescubrir la eficacia y las propiedades del alquitrán, especialmente en medicina y cosmetología.

Autor:
Elwira Żak
Mydlarnia Trzy Szpaki

 

 

Bibliografía:

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Resumen
Tar (o Alquitrán)
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Tar (o Alquitrán)
Descripción
Qué es el Tar o Alquitrán, sus tipos y propiedades.
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