¿Por qué la mención [NANO] se ha vuelto obligatoria
En Francia, desde 2022, todos los fabricantes que comercializan productos solares que contienen filtros minerales deben incluir la mención [NANO] en su lista de ingredientes.
En este artículo, vamos a explicarte la situación, los desafíos, y responderemos a la siguiente pregunta:
¿Por qué las nanopartículas aparecen en las listas INCI de las cremas solares bio?
1 – ¿Qué es una nanopartícula?
Los nanomateriales están definidos en el Reglamento (CE) nº 1223/2009 que regula los cosméticos como un material insoluble o biopersistente, fabricado intencionalmente y que se caracteriza por una o varias dimensiones externas, o una estructura interna, en una escala de 1 a 100 nm.
Debido a su pequeño tamaño, las nanopartículas presentan propiedades físicas, químicas y biológicas únicas en comparación con sus homólogos a mayor escala.
Desde los años 90, las nanopartículas están presentes en nuestra vida cotidiana (cosméticos, pintura, electrónica, informática, textil…). Incluso se utilizan en medicina para administrar medicamentos a las células que los necesitan, por ejemplo, para el tratamiento de tumores.
2 – Filtros minerales y nanopartículas: ¿cuál es esta nueva medida de etiquetado?
La normativa europea autoriza en las cremas solares bio solo dos filtros minerales: el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Estos filtros UV minerales pueden encontrarse en diferentes formas: nanométrica, micronizada, con recubrimiento o aglomerada. Todas estas formas permiten obtener propiedades distintas en los productos finales.
Desde 2022, los filtros minerales deben etiquetarse como nanométricos debido a una obligación de la DGCCRF (Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes). De hecho, tras controles centrados en los nanomateriales, se detectaron fallos de etiquetado en productos solares analizados. Las pruebas realizadas por la DGCCRF indicaban la presencia de nanopartículas, aunque estas no estaban identificadas como tales en la lista de ingredientes.
Por precaución y en favor de la transparencia con el consumidor, la etiqueta Cosmébio impuso a sus miembros mostrar la mención [NANO] en las listas de ingredientes que contengan dióxido de titanio y óxido de zinc, bajo pena de perder la certificación BIO.
3 – ¿Cómo se determina la presencia de nanopartículas?
Cuando un fabricante de productos solares bio busca abastecerse de dióxido de titanio u óxido de zinc, solicita a su proveedor un certificado o una declaración para determinar la presencia o ausencia de nanopartículas, y así mostrar una lista de ingredientes conforme.
Sin embargo, la veracidad de estos certificados que afirman la no presencia de nanopartículas está siendo seriamente cuestionada por la DGCCRF, ya que existen múltiples métodos empleados y estos pueden arrojar resultados diferentes. No existe un método normalizado para demostrar la presencia de nanopartículas. Todo depende de la voluntad de cada uno y de los medios disponibles.
Entre los métodos más comunes para detectar la presencia o no de nanopartículas encontramos: DLS, VSSA, SEM, SP-ICPMS y MEB con conteo.
En Kerbi, a pesar de contar con una declaración de nuestro proveedor que indicaba la no presencia de nanopartículas en su óxido de zinc, quisimos verificarlo nosotros mismos. Por eso realizamos una SEM y una DLS.
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La microscopía electrónica de barrido (SEM) es un excelente método para determinar el tamaño de las partículas y su composición básica.
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La dispersión dinámica de luz (DLS) es una técnica de medición establecida y precisa para caracterizar el tamaño de las partículas en suspensiones y emulsiones.
La conclusión de estos dos análisis es clara:
No hay nanopartículas en las cremas solares para adultos ni en las cremas solares para niños de Kerbi.
4 – El método MEB empleado es cuestionable
El método MEB (microscopía electrónica de barrido) utilizado por la DGCCRF, como todos los métodos de análisis, presenta ventajas, sí, pero también inconvenientes.
Cuestionamos este método por varias razones:
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La preparación de las muestras mediante ultrasonido puede falsear los resultados. Especialmente si el producto analizado contiene nácares o arcillas, que son muestras más frágiles. Esto puede generar fragmentos en escala nanométrica.
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El método puede romper y destruir el recubrimiento. Las partículas analizadas tienen entonces un diámetro inferior al presente originalmente en el producto que se aplica sobre la piel.
5 – ¿Existe algún riesgo en el uso de nanopartículas de óxido de zinc en las cremas solares?
A pesar de lo que intentan hacernos creer aplicaciones como Yuka, no existe ningún riesgo en el uso de óxido de zinc en forma nanométrica en productos solares.
Los estudios realizados sobre la penetración cutánea de las partículas nanométricas de óxido de zinc no han detectado ningún riesgo para la salud humana, ya que no logran atravesar la capa córnea de la piel.
Esta sustancia está, por tanto, aprobada por la normativa cosmética europea (Reglamento (CE) nº 1223/2009).
Los riesgos vinculados al óxido de zinc solo se presentan por vía oral, por inhalación o si se aplica sobre piel dañada. Solo en esos casos, y con dosis importantes, puede existir un riesgo.
Además, el óxido de zinc presenta una gran capacidad para absorber los rayos UV, especialmente los UVA, protegiendo así la piel de daños profundos. También es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, que ayudan a prevenir el daño celular.
Por último, el óxido de zinc es considerado un ingrediente seguro y no irritante para la piel, lo que lo convierte en una opción popular en cremas solares destinadas a personas con piel sensible o propensa a irritaciones.
Artículo original publicado por Lucille Ealet, cofundadora de Kerbi.
Esta es una traducción literal al castellano publicada por El Gramo Original.
Este artículo lo puedes encontrar en la sección «Blog» de la página oficial de Kerbi: www.kerbi.fr