Cada noviembre, los carteles con ofertas inundan nuestras pantallas y escaparates: “Descuentos irresistibles”, “solo por hoy”, “última oportunidad”. Pero detrás de la emoción de las ofertas hay una historia que rara vez se cuenta: la del impacto real que este día tiene en el planeta, en las personas y en nuestra forma de consumir.
En El Gramo Original no participamos del Black Friday. Nuestra filosofía no es destacar por los descuentos, sino por vender con honestidad: consumir lo que se necesita, no sobreproducir ni jugar con los precios (subirlos una semana antes para luego “rebajarlos”).
Creemos en un comercio justo y saludable; en consumidores conscientes y responsables.
¿Cuánto mueve el Black Friday (y cómo se ha convertido en fenómeno global)?
El Black Friday ya no es solo un día, sino una campaña que se alarga y que mueve cifras enormes tanto en EE. UU. como en Europa.
Según el estudio “A Review on the Cause of Black Friday Consumerism” (2024), el evento ha evolucionado de ser una tradición estadounidense a convertirse en un “espectáculo global de compras” impulsado por estrategias de marketing, avances tecnológicos y una construcción cultural del consumismo.

Las causas psicológicas y culturales del consumismo en Black Friday
Según el mismo estudio, los factores que más impulsan la participación en el Black Friday son:
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La mentalidad de escasez: mensajes del tipo “solo por hoy”, “quedan pocas unidades” generan urgencia y miedo a perder la oportunidad.
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El fenómeno del FOMO (fear of missing out, miedo a perderse algo), que empuja a comprar “porque se puede” en lugar de “porque se necesita”.
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La comparación social: ver que otras personas aprovechan ofertas refuerza el impulso de seguir la corriente y comprar más.
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Las estrategias del comercio:
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descuentos programados,
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marketing agresivo,
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incentivos a las compras impulsivas.
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Todo ello convierte al Black Friday en una mezcla de emoción, urgencia y consumo casi automático, donde es fácil perder de vista si realmente necesitamos lo que estamos comprando.

El impacto ambiental y social del Black Friday
Más allá de la psicología, otros estudios arrojan cifras alarmantes sobre el impacto del Black Friday en el planeta:
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A nivel global, solo el 29 % de los residuos electrónicos generados durante el Black Friday se reciclan.
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En 2024, esta festividad —solo en EE. UU.— generó 429 mil toneladas de gases de efecto invernadero, lo que equivale aproximadamente a 435 vuelos de ida y vuelta entre Londres y Nueva York.
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El volumen de residuos generados en hogares y vertederos se dispara entre el Black Friday y Año Nuevo, incrementándose hasta un 25 %.
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El exceso de embalajes, a menudo de plástico no biodegradable, acaba en vertederos y océanos. El aumento de las compras online amplifica este problema, ya que cada envío supone más empaquetado.
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El enorme tráfico de las compras online hace que los servidores de datos consuman ingentes cantidades de energía para procesar transacciones y gestionar el flujo de información.
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Las tiendas físicas, en su intento de atraer clientes, aumentan su consumo energético al extender horarios e intensificar iluminación y calefacción.
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Los ayuntamientos se ven obligados a incrementar las dotaciones de limpieza y recogida de basura, con el coste ambiental y económico que implica.
En resumen: cada “chollo” tiene un coste oculto que casi nunca se muestra en los carteles de descuento.

Una alternativa consciente al Black Friday: el Buy Nothing Day
Como contrapunto al consumismo del Black Friday, surgió el Buy Nothing Day (Día de No Comprar Nada), una iniciativa creada por la revista Adbusters en los años 90.
Anne Marie Bonneau, en su blog “Zero-Waste Chef”, promueve esta jornada y sugiere cinco actividades para celebrarla sin pasar por caja:
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Come lo que ya tienes
Aprovecha lo que hay en tu nevera y despensa: cocina restos de comida, inventa una receta con ingredientes que ya tienes en casa, y evita salir a comprar. -
Haz algo con tus manos
Usa textiles viejos, retales o prendas que ya no uses para crear bolsas reutilizables, hacer pequeñas costuras o practicar upcycling. -
Repara
Reúne amigos o familia para una sesión de arreglo de ropa, costura, intercambio o reparación. La idea es dar vida a lo que ya tienes antes de comprar más. -
Fermenta
Dedica tiempo a una actividad lenta como la fermentación de vegetales. Simboliza la recuperación de procesos tradicionales, producir menos residuos y valorar el tiempo. -
Haz una lista de regalos sin “necesidad” material
Piensa en experiencias, objetos hechos por ti, segunda mano o comida, en lugar de regalos nuevos comprados por impulso.
Estas propuestas refuerzan la idea de que menos compra puede significar más valor, y que una pausa reflexiva es posible incluso en medio de campañas comerciales masivas.
¿Por qué en El Gramo Original decimos “no” al Black Friday?
En El Gramo Original hemos decidido no sumarnos al Black Friday por varios motivos:
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Porque no queremos incentivar el consumo impulsivo.
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Porque no especulamos con los precios: no usamos nunca la “palanca” del precio rebajado para atraer clientes. Nuestros precios son los que son, no los inflamos ni los maquillamos.
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Porque preferimos ofrecer productos necesarios, de calidad, con ética y transparencia, en lugar de seguir la carrera del precio más bajo.
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Porque apostamos por un consumo con sentido, donde gastar menos y mejor es un acto de coherencia, no de renuncia.
Conclusión
Te invitamos a:
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Comprar menos y mirar más allá del precio.
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Valorar lo que ya tienes antes de querer algo nuevo.
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Comprar cuando realmente lo necesitas, no por moda, no por presión, no por una cuenta atrás en rojo.
Y si aun así no te hemos convencido del todo y, pese a todo, eres fan del Black Friday y de todo lo que tenga un precio en promoción, ojalá elijas comercio local y marcas que apuestan por tejidos o materiales reutilizados.
Porque incluso cuando compramos, podemos elegir hacerlo de una forma más justa, más lenta y más amable con el planeta. 🌍💚

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